22.4.09

Carmín

(Día 104)
La Paz.- No sé si será que me fijo demasiado en las cosas minúsculas, pero llevo dos miércoles viendo, en el cenicero que hay justo al lado del ascensor, una colilla con restos de carmín.
Es probable que en otros tiempos me diera por escribir un pequeño cuento, y imaginar como debe ser esa mujer fumadora, qué diablos hace cada martes por la noche en uno de los apartamentos de mi bloque, porqué siempre hay una única colilla aplastada en ese recipiente metálico cerca del elevador del primer piso.
Pero la musa se fue. Hace casi un par de meses que sólo me dedico a escribir teletipos y en el blog (con más pena que gloria), y todo lo que sea creatividad se va cada vez más y más lejos. No es por falta de ideas, porque en este sentido cada segundo en
La Paz da para crear miles de millones de pequeñas historias; y no sólo por lo que se ve en la calle, sino por lo vivido en primera, segunda y tercera persona, del singular y del plural. Es por falta de... por falta, vaya.

CigarettesRussian Red

1 comentario:

eloy urarte dijo...

Haig de confessar-te, que aquesta burilla.. era meva :$