31.3.09

Ascensor

(Día 82)
La Paz.- Tras una mañana movida, el estrés del trabajo me ayuda a evadirme de la realidad. Por eso, pese a llegar tarde a la oficina, me olvido de todo, o lo disimulo, y me encargo de todo lo que hay en la oficina en ese momento. En menos de media hora termino mi primera tarea, y parece que podré seguir con mi evasión mental en un acto en la nueva embajada de Corea del Sur.

Nada más lejos de la realidad. Lo que parecía que iba a ser un día lo bastante ajetreado como para no pensar, pese a que sea la tarea de la semana (aunque era la del año, y ahora por imbécil lo será de lo que resta, por lo menos), acabó siendo un día de reflexión. Quedarse encerrado en un ascensor durante 20 minutos con la responsable de prensa del vicepresidente, el embajador cubano y su guardaespaldas, un ministro coreano y su traductora, el embajador iraní, y un ascensorista incompetente obliga, a cualquiera, a evadirse del momento que está viviendo y pensar. Aunque a veces tenga que aguantar las lágrimas al recordar que, quizá, la música de ascensores acostumbra a ser de las más tristes que pueda haber en el mundo.

Música de ascensores - Love of lesbian

29.3.09

Mudanza

(Día 80)
La Paz.- Tras (casi) tres meses en el mismo departamento, y otras cosas que no vienen al caso, la independencia gana su batalla.
Mi nueva morada es grande, dos pisos. Sólo hay que decorarla al gusto. Lavadora, cocina y cubertería están incluidos.
Y hoy, aprovechando que no tenía nada mejor que hacer, hice la
mudanza. Llegué con dos maletas: ya llené tres. La habitación es grande, con luz entrando por dos grandes ventanales. La cama, si no tuviera cabezal, sería perfecta. Los placards, con puertas con espejos. Me sobra espacio para lo que necesito. Pero el baño está dentro del cuarto.
Haré enmarcar los afiches que traje de
Barcelona. Y pondré también el de la defensa de la coca, así pequeñito.
Y tendré que cocinarme, lavarme, plancharme. Nada de
cholitas que hagan el trabajo sucio: el precio que hay que pagar por la independencia. Aunque podría hacerse y seguir sintiéndose independiente; pero no sería lo mismo.
Para esta pequeña mansión firmé mi primer contrato serio de mi vida. Nueve meses más, tengo que estar aquí. Espero conseguirlo.
Ahora hay espacio de sobras, y el departamento es mío. Para venir sólo hay que avisar con antelación. Para lavar sábanas y todo eso.

Nos estamos mudando - Kiko Veneno

28.3.09

Debut

(Día 79)
La Paz.- No, no fue el debut soñado. Todo el mundo espera que el inicio de cualquier cosa sea apoteósico, recordado durante toda la vida. El primer beso con la persona con la que quieres pasar el resto de tu vida, por ejemplo, es algo de lo que todo el mundo se acuerda, aunque fuera loco, incomprensible, fugaz, mágico.
Como ya dije, número 8 a la espalda de una camiseta trucha del Tenerife. Calzón corto blanco, también con el número estampado. En la grada, poco más de cinco personas.
Silba el árbitro y me siento cansado. La altura, seguro. Aquí toda la culpa es siempre para la altura. O quizá que nadie corre, nadie va a por el balón. Y me recorro la banda derecha durante los primeros diez minutos de juego como si me fuera la vida. En esos minutos, pierdo un balón clarísimo. Demasiado tiempo sin patear un balón.
Hasta que me canso. Y me sitúo en la defensa, donde se anda poco pero se tiene responsabilidad. Me gusta el reto, y me quedó allí hasta que el árbitro silba el final de la primera parte. Y aprovecho para ser el primero en pedir el cambio. Se acabó. En estas condiciones, yo no quiero jugar al fútbol.
Y menos sí, a falta de cinco minutos, encajamos el gol de la derrota con un error estúpido del portero. Dudo de muchas cosas, entre ellas si debo rescindir el contrato y prepararme para otro tipo de juegos menos movidos.

I don't want to play football - Belle & Sebastian

27.3.09

Palillos

(Día 78)
Cochabamba.- Japón, realmente, no queda tan lejos. Sólo por que tengan los ojos rasgados, coman con palillos, y Tokio esté plagada de luces de neón, por lo que he visto en fotos y películas, no son tan diferentes.
Convivir con ellos durante dos días en Cochabamba ha sido una experiencia mejor de lo esperado. A parte de hacer el turista, de forma gratuita, durante dos días por unos parajes que probablemente nunca hubiera visitado, la sensación de estar de nuevo en un mundo conocido es algo que no se puede explicar. Rigor, puntualidad, orden... algo de lo que Bolivia carece y, por mucha cooperación, sea japonesa o de donde sea, creo que nunca llegará a tener.
La cultura del caos está demasiado arraigada en el país, y el dinero japonés, al igual que el de cualquier otro país, sólo podrá servir para mejorar en aspectos estructurales, materiales. Nunca, en mi modesta opinión, podrá cambiar la riqueza que significa el descontrol, la ineficiencia, el pasotismo y tantos otros atributos que sobrevuelan el ambito boliviano.
Japón, con una bandera tan simple como un fondo blanco con un topo rojo, al más puro estilo de un vestido flamenco, no puede hacer más que proporcionar aulas de colegio, instrumento quirúrgico para hospitales, y otras cosas por el estilo. No es su objetivo cambiar la cultura del país, claro está, pero todo lo que aporta necesita de una educación previa, de un trabajo de campo con la gente. Y, quizá eso, es lo más difícil.
Porque, si quisieran cambiar la cultura boliviana, sería muy difícil que dejaran de comer por la calle ceviches de dos pesos por sushi con algas de mar. Y, además, tenerlo que comer con palillos, cuando ni yo sé usarlos.

Los japoneses no son tan chinos - Manos de topo

26.3.09

Turistas

(Día 77)
Cochabamba
.- El primer viaje “por trabajo” empieza a levantándose a las 5 de la mañana; respondiendo la llamada del taxista a las 5.13; subiendo al taxi a las 5.18; llegando a el aeropuerto de El Alto a las 5.42; hablando con un tipo nicaragüense a las 5.53; facturando a las 6.03; encontrándose con el resto de periodistas a las 6.24, 24 minutos tarde; esperando a que ellos facturen a las 6.43; quitándose el cinturón en el arco de seguridad a las 6.52; corriendo para embarcar a las 6.53; temiendo que no viajes porque el vuelo hace 20 minutos que ha cerrado las puertas a las 6.54; esperanzado porque ves al ministro Romero tras de ti en las reclamaciones para que dejen entrar a las 6.55; volando por el finger a las 6.56; sentándote en el primer asiento libre que encuentras a las 6.57; abronchándote el cinturón de seguridad para que nadie te baje del avión a las 6.58; esperando que despegue el avión durante un cuarto de hora a las 7.13; llegando a Cochabamba demasiado pronto por la mañana, justo cuando el sol empieza a despertar, con más energía que nunca, en un lugar donde, de por sí, ya hace más calor.
La cooperación japonesa invita, durante dos días, a un viaje al departamento de Cochabamba (centro) a toda la prensa interesada en los proyectos que está desarrollando en esta región en los ámbitos de salud y educación.
Una veintena de periodistas sigue japoneses durante dos días para visitar colegios y hospitales. Armados con sus cámaras fotográficas domésticas, recorren todo aquello que les muestran guías nipones. Gafas de sol y bermudas acaban el atuendo. De turista perfecto, de provinciano.

Passenger seat
– Death Cab for Cutie

25.3.09

BuscandoLaPaz

(Día 76)
La Paz
.-
Aprovecho el cambio de cabecera, renovada desde hace unas semana y hecha de nuevo por Cris (como ya sucedió con mi primer blog, que permanece inactivo pero no desaparecido), y con la novedad de ir poniendo los días que llevo aquí, me planteo la utilidad real del blog, que va mucho más allá de lo que pensaba. Los fines de semana, sin nada que hacer y con el único plan de quedarse en casa, tumbado en la cama, por todo el día, escribir es de lo poco que me apetece hacer. Y escribo compulsivamente. Escribo todos los recuerdos de la semana, las sensaciones que me hicieron ver que ya no estoy en Barcelona, que echo de menos el mar, pasear por las calles.
Creo que ninguno de los que tenemos blog, de los efebecarios que (más o menos) regularmente escribimos nuestras cosas, queremos explicar con nuestra visión de pseudoperiodistas lo que sucede en cada uno de nuestros destinos. Simplemente, contar el cúmulo de sensaciones que vivimos. Y yo, no por nada, lo intento unir a una (limitada) capacidad literaria, para que no se acabe convirtiendo en un diario personal, que debería estar cerrado con llave y candado y sin explicarlo a nadie.
La visible irregularidad, y descordinación a la hora de actualizar, responden a: 1. sólo escribo cuando algo me sorprende; 2. actualizo cuando puedo, con la fecha de cuando sucedió, en parte por pereza, en parte por falta de tiempo.
Tras 76 días, sigo buscando La Paz.

In my place - Coldplay

24.3.09

Merienda

(Día 75)
La Paz.- Al frente del edificio de la universidad, en una de las principales vías de la ciudad, se encuentra una pequeña tienda iluminada con luces de neón, al estilo de los más cochambrosos moteles de las películas americanas. Se puede leer Donuts, con letras rojas parpadeantes, pese a que la o parpadea más que el resto de letras.
El olor a rosquilla inunda la pequeña tienda, que tiene múltiples sabores de donuts caseros. Es imposible resistirse, al menos, a comprar para probar. Y, cuando sales a la calle, y todo el azúcar glaseado se pega en la comisura de los labios, ves que esa es probablemente la mejor merienda de lo que llevas en la ciudad. Y piensas que, quizá, tendrías que haber probado el de chocolate, y no conformarte con uno clásico.

La cobardía pudo contigo. Como casi siempre.

Breakfast in America - Supertramp

22.3.09

Arena

(Día 73)
Arica (Chile).- La fuerza solar, mi crema protectora. Es precisa, y es clara, la luz de la mañana.
Imagina una calita, yo te sirvo una clara. Es verano, luce el Sol, es la costa catalana. Y estamos tranquilos, casi anestesiados; después del gazpacho nos quedamos dormidos.
De nuevo el chiringuito, un bañito, helado de pistacho. Lanzamos unos frisbees, jugamos a las cartas, y acabamos cenando sardinas y ensalada. Bebemos tirados, hablamos callados. La luna, la sal, tus labios mojados. Me entra la sed y pido una copa.
El tiempo se para, al aire no corre. Mosquitos volando y grillos cantando.
Y tu a mi lado, muriendo de sueño; cansada, contenta. Me pides un cuento, y yo te lo cuento; más bien, me lo invento: Te explico que un niño cruzó el universo montado en un burro con alas de plata, buscando una estrella llamada Renata, que bailaba salsa con un asteroide llamado Julián Rodríguez de Malta, malvado, engreído, traidor, forajido, conocido bandido en la Vía Láctea por vender estrellas independientes a multinacionales semiespaciales.

Viva las noches. El Sol, la sal en tus labios.

No sólo echaba/echo de menos el mar.

Crema Solar - Facto Delafé y las flores azules

21.3.09

Frontera

(Día 72)
Arica (Chile).- Las fronteras separan. Ya sean naturales, artificiales, impuestas, ganadas, robadas, las fronteras separan. Y no sólo en la parte territorial. Culturas, pueblos, razas, costumbres.
Por eso, camino a Arica para regular nuestra visa, estamos una hora en la frontera boliviana y cinco minutos en la chilena.

Sin documentos - Los Rodríguez

20.3.09

Otoño

(Día 71)
La Paz.- Hablar del mes de marzo, normalmente, y hasta ahora, era hablar del florecer de los almendros, del sonido inigualable de los pájaros que, desperezándose, sacan sus cabezas del nido para piar al calor que, poco a poco, llega.
Pero en La Paz es diferente. El frío empieza a aparecer, con más fuerza que antes, y los colores, en vez de virar al verde, se mueven hacia los marronáceos, con un ocre que invade las pocas plantas que se aprecian por la ciudad.
Me sorprende, de nuevo, que La Paz se mueva a mi son. Dan ganas de quedarse en casa y ver como la lluvia, siempre inesperada, pica en las ventanas con una fuerza indescriptible, para después dejar salir el Sol, que quema a cualquiera que se atreva a desafiarle. Y escuchar música deprimente, o agarrar la guitarra para tocar canciones con tres acordes, o leer algo triste de Murakami.
Prefiero un otoño permanente que un verano asfixiante.

Autumn Almanac - The Kinks

19.3.09

Sudáfrica

(Día 70)
La Paz.- Por primera vez organizo algo en casa. Cena más que íntima, sólo cinco personas, pero mejor así. No soy amante de las multitudes.
Preparamos pa amb tomàquet, esta vez sin ajo por si acaso, y aprovechamos el salchichón y el jamón que tenemos recién llegado de España. Una ensalada, vino, queso...
Vino, por cierto, de Sudáfrica. Primera vez que lo compro, por exótico. Y dolor de barriga posterior indescriptible. Mezclar dos vinos con cerveza nunca fue bueno, supongo.

Tabaco y Chanel - Bacilos

18.3.09

Chamán

(Día 69)
Tiwanaku.- El Águila del norte y el Cóndor del sur tienen que unirse para, cuando eso ocurra, generar la paz mundial.
Por ello, chamanes, brujos y druidas de todo el continente se encuentran en el paraje sagrado de Tiwanaku, para intercambiar experiencias y que esa unión mágica se produzca. Los cantos a la tierra, los cánticos al Sol, el sonido de las flautas, el ruido de los tambores... Todo ello para que se despierte la consciencia humana, y el encuentro sea propicio.
Los colores inundan las ruinas. La estampa es plenamente indígena: plumas y lanzas sólo dejan paso a un par de celulares que, cosas de la modernidad, se han hecho indispensables.
El Águila del norte y el Cóndor del sur tienen que unirse, y, pese a las dificultades, no separarse jamás. Sea lo que sea.

In the Lord's Arms - Ben Harper

17.3.09

Becarios

(Día 68)
La Paz.- Ya no soy el mismo de antes. Mi condición en la oficina ha cambiado.
Antes era el becario, el que durante la primera semana llevaba el desayuno al que abría, el que se emocionaba con el dólar, el que siempre hacía el vídeo.
Y ahora todo puede cambiar. Ascendí a becario jefe con la llegada de Eliana, y todo parece que puede cambiar.
De momento, me quedé sin la cotización del dólar.

Com he arribat aquí? - Mazoni

16.3.09

Cerrudo

(Día 67)
La Paz.- Adolfo Cerrudo, con su mirada pícara, sonríe a su paso por la calle. Evita que le hablen de su arresto domiciliario por agredir a periodistas, y se coloca frente a la cárcel para seguir a una manifestación contra un tipo encarcelado.
Al llegar, la prensa se le tira encima, preguntándose qué hace allí. Y él sonríe, con un posado superior. Desprende seguridad por todos sus poros, incluso cuando la policía, tras dos horas, le detiene y lo encarcela.
Lo que más te llenaría es que tu nombre se convierta en un insulto. Lo sé.

Dandy de extraradio - Sidonie

15.3.09

Misa

(Día 66)
La Paz.- La iglesia de San Miguel, en la zona sur de La Paz, parece salir de otro lugar. No, no parece Bolivia. Su modernidad, lejos de cualquier iglesia de la ciudad, da un aire diferente a una plaza rodeada de aparcacoches, mujeres vendiendo golosinas y pobres pidiendo limosna.
Misa de doce, tercer domingo de Cuaresma. Las lecturas son del Éxodo y la primera carta de San Pablo a los corintios. El sermón, sobre la rectitud en la fe.
El cura, a media ceremonia, olvida dar la paz a sus fieles. Quizá desconcentrado porque suenan 10 tonos de teléfonos, todos diferentes, combinado con tres lloros de niños, obligados a entrar a la casa del señor. Un señor que, por cierto, no tienen el gusto de conocer.
La modernidad de la iglesia no se queda sólo en la fachada: la música domina la misa. De hecho, en poco menos de una hora, suenan doce canciones, al ritmo de incontables guitarras, una batería y una voz horrenda. Y, sorprendentemente, me veo cantando una de ellas, de mi época de mozo de catequesis. Hacía como ocho años que no pisaba una iglesia por voluntad propia, sin ningún otro motivo que observar.
En el momento cumbre, la comulgación, se despiertan los instintos animales más primarios. Parejas que se pelean porque el hombre no quiere levantarse del banco para tomar un trozo de pan (que además viene así, solo, seco), niños que no entienden nada de lo que ven a su alrededor y lo demuestran mostrando su gran capacidad pulmonar, el listo que llega a la iglesia, conocedor de la rutina, exclusivamente para que le den una hostia y pueda irse, acto seguido y con gafas de sol en la cabeza, tranquilo a su casa.
Me quedo sentado en el banco, y noto las miradas acusadoras de las viejas del lugar, que me vieron durante toda la misa reirme de todo lo que me rodea. Que por que no comulgo? Tengo una crisis (de fe, se sobreentiende). Estoy confundido, y necesito tiempo reflexión antes de engañarme a mí mismo y, en segundo término, a Dios.
Antes de salir, recordar que pueden seguir la actualidad de la Iglesia en Radio María, en el 100.6 de la FM.
Pueden irse en paz.

Señor - Francisco Nixon

14.3.09

Cementerio

(Día 65)
Mecapaca.- En un sábado sin plan, lo mejor es ir a la aventura. Sin sombrero de Indiana Jones, pero casi. Estar siempre por las mismas zonas no permite que, parte del objetivo que te planteas al llegar a un nuevo lugar, se cumpla. Porque, ya que estás, sales a explorar, y a ver nuevos paisajes y personas.
Carretera hacia el sur, el paisaje va pasando sin darse cuenta. El peaje indica que abandonas la urbe, pero sigues sin pensarlo. Ya viste, antes de este punto, los lugares de alquiler de caballos, los de alquiler de 4x4 para los niños pijos que escandalizan a las viejas de La Paz con el ruido de sus motores, y el zoo, al que te prometes que algún día irás.
Y sigues el camino, a veces asfaltado, a veces de tierra. Y se suceden por tu ventanilla pastores con ovejas, mujeres con niños a cuestas, adolescentes jugando con un balón. Ves vacas, ovejas, cerdos. Lástima que no haya ninguna llama.
Y pasas por el medio de un pueblo, que te recibe con un enorme 'Bienvenido a Valencia'. Tienes que volver a leerlo. Valencia. Buscas naranjas, paellas, fallas. Pero sólo ves viejos sentados en el banco de la plaza, niños comprando refrescos en la tienda, algun auto aparcado, un minibús esperando sus viajeros.
Sigues el camino y llegas a un pueblo hermoso. Una plaza tranquila, floreada, con su quiosco en el centro. No parece Bolivia. Y decides bajar, pasear por ese pueblo. Mecapaca, se llama. Te ríes del nombre, y la carcajada llega a tu cara cuando ves que, sus habitantes, son mecapaqueños. Que nombre más hermoso.
Y subes la primera cuesta que sale de la plaza, y pasas por una casa de la que sobresalen flores naranjas y violetas. Agarras una; hace tiempo que no veías ninguna flor. Caminas y llegas al cementerio.
Es coqueto, pequeño, sin ningún alarde de grandiosidad. Miras las tumbas, en un ataque de cotilla del que no puedes (ni quieres) desprenderte. Y lees algunas de las frases más hermosas que has leído nunca.
Y te entra la sensación de que te encanta. Y piensas en todo lo que rodea ese lugar.
Y, al salir, una niñita se esconde en su casa, tras asomarse desde la puerta de su casa y decirte un tímido 'buenas tardes'.
Y te prometes que tienes que volver a Mecapaca.

Cementeries of London - Coldplay

13.3.09

Fashionweek

(Día 64)
La Paz.- La 'chola' paceña es coqueta por naturaleza. No puede salir de casa sin su mantón, su pollera ni su sombrero. Sus típicas trenzas, recogidas, intentan mostrar la belleza de la mujer boliviana, con un traje tan típico que se convierte en un atractivo turístico al pasear por las calles.
Pero las niñas ya no piensan en eso. Las modas occidentales dominan todo el mundo, y en Bolivia no podía ser menos. Raro es ver a una chica joven, que no llegue a los 30, con el vestido típico de sus madres y abuelas. De hecho, los jeans y las camisetas ajustadas son las dominantes.
Por eso, un desfile de moda 'cholita' sorprende a cualquiera. Al igual que si se estuviera en París, Nueva York o Milán, modelos pasean por la pasarela mostrando mantones coloridos, bombines de escándalo, polleras brillantes, y joyas de escándalo. Aplausos entre el público, al pasar de cada modelo. Sonrisas exageradas entre las chicas. Y los viejos del lugar, viendo a jóvenes que, en su vida, hubieran pensado ataviarse con tan cargada vestimenta. Suerte que sólo era por trabajo. La 'cholita fashion week' requiere, también, su esfuerzo para no parecer antiguo y de otro siglo. Por eso, al salir, todas visten jeans.

Els guapos són els raros - Manel

12.3.09

Dengue

(Día 63)
La Paz.- El dengue está en primera plana, casi todos los días, en las noticias. El puñetero aedes aegypti trae de cabeza a todas las autoridades sanitarias, y el pánico se apodera de la población.
Así que, al mínimo síntoma de fiebre, hay que correr a hacer la prueba para ver si, realmente, un mosquito te picó en un momento de indefensión y transmitió la enfermedad. Y claro, como estás en el tercer mundo, sólo hay un laboratorio donde se realicen las pruebas. Y así va el tema.
Suerte que, en La Paz, por la altura y otras cosas, los mosquitos evitan pasar por aquí. Y las posibilidades de contraer el dengue son casi nulas. Pero como venga alguien con un mosquito escondido en la maleta, que entró allí por accidente, y empiece a picar por la ciudad... juro buscar al tipo y darle su merecido. Una colección de aedes aegypti para que, la próxima vez, vigile que pone en su equipaje.

The fever - Bonobo

11.3.09

Coca

(Día 62)
La Paz
.- No, no soy un junkie. Pero mejor la coca que otra cosa, ¿no? En el fondo, es una planta ancestral, usada para miles de cosas. Entre ellas, para curar dolores estomacales, y con todos los nutrientes que tiene, descubrí que hasta vitamina C, puede substituir una comida tranquilamente. Por lo menos, a mí me quita el hambre.
Y es que la coca es más que una planta. Es una cultura, una tradición, una forma de ver la vida. Bolivia es coca, en gran parte. O eso parece.
Pijchar debería ser un deporte nacional. Enormes bolas verdes instaladas en las cavidades bucales indígenas, con flujos cocaleros penetrando por los poros que hay en el interior de la boca, esquivando venas, arterias y nervios. Llegando dentro, bien dentro. Sintiendo Bolivia en una hojita insignificante. O con demasiado significado.

Superjunkies - Pereza

7.3.09

Compra

(Día 58)
La Paz
.- Primeros de mes, despensa vacía.
Hacer la compra nunca fue lo mío. Mi capacidad de indecisión hace que, lo que sería fácil y rápido, se convierta en una odisea.

Lista inicial (en paréntesis, unidades): Yogur bebible (1), galletas (de chocolate) (1), arroz (1), fideos precocinados (2), leche, (2) cacao en polvo (1), champú (1), fruta (manzanas, fresas...) (harta), tomate y otras hortalizas (hartas), atún (1), algo de carne (algo).

Compra final (en paréntesis, unidades): Pringles (1), yogur bebible (1), Lechuga (1), Galletas (de chocolate) (3), galletas de mantequilla (1), aceitunas (1), leche (2), incienso (1), pan (1), queso (1), salchichas (1), sopa de sobre (2), fideos precocinados (2), fresas (1), peras (1), palillos para las orejas (1), champú (1), pasta (1), arroz (1), mate de coca (1), atún (1), Nesquick (1), bistec (1), pechugas de pollo (1).

La proporción no está mal... Me faltó un poco de verde.

La última cena
- Sr. Chinarro

6.3.09

Pereza

(Día 57)
La Paz
.- Viernes por la noche y la pereza se apodera de mi. Realmente, siempre he sido así, de perezoso. Aunque me gusta más en catalán, mandrós. Tras una semana de (no mucho) trabajo, el cansancio llega igual. Y, el no poder dormir por factores externos, se une a cinco días en las alturas de La Paz. Así que decido no salir. Planes había: cena, sesión de cine, boliche. Bah, otro día. Además, se aplazó el inicio de la liga de fútbol.
Quedan todavía diez meses (un poco menos, ya).
Mañana amanecerá de nuevo. Ningún problema.

Los perezosos - Hidrogenesse

5.3.09

Religioso

(Día 56)
La Paz.
- Ya hablé, creo que hace justo una semana, de la fascinación por la religión de Bolivia.
A las 10.43 de la mañana (hora local), agarro un taxi dirección Calacoto, hacia un acto que, ¡oh, sorpresa!, no se hizo nunca. El taxista, como los últimos en los que he subido, no habla. Suerte que puse mi Ipod en la bolsa.
Miro por la ventanilla, y a cada metro que recorremos se van dibujando las diferencias de barrios. De repente, un frenazo me despierta. Observo al taxista: se santigua, y acelera como si nada. Acabamos de pasar un cementerio.

Goodbye, Angel - CatPeople

3.3.09

Amazonas

(Día 54)
La Paz
.- Un estreno siempre es algo emocionante. Claro que, en La Paz, uno se tiene que conformar con que sea un documental local. Además de ser un estreno compartido, aunque simultáneo, con otras ciudades latinoaméricanas.
Si en un principio todo pintaba bien, rápidamente todo vuelve a su normalidad, para que se recuerde que esto es Bolivia. Y, probablemente, nada, nada, salga bien.
El tema: violencia de género. Y un grupo de mujeres, argentinas, que se dedican a ayudar a las mujeres que la sufren.
Y hasta aquí lo bueno.
Empieza 45 minutos tarde. Sonido pésimo. Poema de preámbulo: hermoso, pero largo, demasiado largo. No recuerdo su autora, pero la capacidad de síntesis no es lo suyo. Sí, alargándolo daba sensación de angustia y rabia, pero con cinco minutos menos de texto lo hubiera conseguido igual. Pasa que claro, hubiera tenido que usar otros vocablos que, quizá por falta de inspiración, no aparecieron.
Y, por fin, fuera luces y se ilumina la pantalla. Y, a los treinta segundos, quiero irme. Títulos de crédito como hechos a mano, pero mal. Imágen pésima, sonido, de nuevo, horrendo. Sin planificación, sin ningún tipo de profesionalismo.
40 minutos después del inicio, salgo corriendo. No por el tema, aunque sea tratado a modo de panfleto, sino por el ambiente: las Amazonas harán un trabajo perfecto, pero el documental...

Belle - Jack Johnson

2.3.09

Tos

(Día 53)
La Paz.- La primera señal de debilidad apareció a los 53 días. Una tos irreconocible y un dolor de garganta (in)soportable se unieron a la desaparición, momentánea, de la voz. Con lo que la desubicación y la pérdida, ante la falta de soluciones y razones, aumentaron.
Drogadicción a base de pastillas de menta y miel y sopita caliente.
Parezco un viejo en sus últimos días. Pero es que el frío del verano boliviano volvió, como siempre, sin avisar. Y a uno que no está preparado le pilla un poco a contrapié.

Mi enfermedad - Los Rodríguez

1.3.09

Pretemporada

(Día 52)
La Paz.- El Tenerife, equipo canario, milita este año en la Segunda División española, también llamada Liga Adelante. A día de hoy, se encuentra segundo en la tabla clasificatoria (47 puntos), a sólo tres del líder Xerez (50). Pero, lo más importante, es que el archirival, Las Palmas, cada vez se hunde más en el pozo; está un puesto por encima del descenso a Segunda B (28 puntos).
Por eso, y porque Abraham es del Tenerife, y por las dos ligas que dieron al Barça, nuestro equipo boliviano viste una camiseta del equipo canario. Azul oscuro, con una cruz blanca en la parte delantera, logo de Puma incluido.
A una semana del inicio de la liga intercanales de televisión, nuestro equipo tenía planeado un encuentro de preparación para el día de hoy. Pero el sueño ha podido conmigo, y la pretemporada me la pierdo por... razones médicas. El doctor del club lo podrá corroborar. Además, supongo que desde la directiva estarán esperando el transfer internacional para que pueda participar con mis compañeros en el torneo liguero. Aunque esté en el equipo tras no conseguir la inscripción de mi club, y tener que enrolarme con quien me hizo una oferta. La vida del mercenario futbolista.
Creo que, si la recuperación va bien, podré estar disponible para el primer partido de liga, el próximo fin de semana. Con la zamarra número 8, y Polaco como nombre de guerra. S'ha de fer pàtria, tu.


I, mentrestant, el Barça fent el paperina. Cagumdena...

El indio - Facto Delafé y las flores azules