28.2.09

EnConstrucción

(Día 51)
La Paz
.- Sí, me entró la morriña. Un fin de semana raro, con muchos planes pero que, previsiblemente, no se van a cumplir.
Por eso decido entrar en la tienda de dvd en la que me estoy convirtiendo en habitual. Entre los estantes busco algo de cine francés, algo de Rossellini, Welles, Kar-Wai... pero lo primero que veo es En Construcción. Junto con tres más me las llevo.
Empieza el documental y las imágenes de Barcelona se suceden. La calle Sant Pau, las Drassanes... el mar.
Y una lágrima cae por mi mejilla, y recuerdo cada olor del Barrio Chino de la ciudad. Además, la historia es preciosa, un retrato casi perfecto de la zona.
Noto que La Paz, por mucho que quiera, no será nunca ni la mitad que Barcelona. En parte me alegro.


Barcelona - Giulia & los Tellarini

25.2.09

Ceniza

(Día 48)
La Paz.- Bajando por la 20 de octubre, aunque sea de subida, me faltan tres cuadras para llegar a casa. Si se mira a la izquierda, hay una iglesia. Sí, justo al lado de Alcohólicos Anónimos.
Son cerca de las ocho, hora de vuelta a casa. Y, justo al pasar por la puerta, una multitud sale a la calle, la frente manchada de negro.
Miércoles de ceniza, pienso.
Me gustaría conocer, más de dentro, la concepción religiosa del país. Desde que llegué, dije que quería entrar a una misa, a ver qué tal. Pero nunca encuentro el momento. O, realmente, me da mucha pereza.
Salen todos trajeados; es miércoles pero con traje de domingo. Todas las mujeres con vestido, los hombres encorbatados. Y todos con la frente negra, de ceniza redentora. Salen felices; se les nota en la sonrisa, de oreja a oreja, que desprende un algo especial.
Y todos, subiendo por la 20 de octubre, casi chocándo conmigo, directos a uno de los burguer de la plaza. Mostaza y cátsup chorreando por las comisuras de los labios sonrientes, en una paleta de color completada por el negro (ya gris) ceniza.
Mientras llenan sus arterias de grasa animal, sigo bajando. A la derecha, antes de cruzar la última cuadra, hay una iglesia adventista. Completamente cerrada.

Losing my religion - R.E.M.

22.2.09

Carnaval

(Día 45)
Oruro.- Quizá una de las fiestas paganas con más tradición en todo el mundo sea el Carnaval. Y, también quizá, el más famoso, por razones obvias, sea el de Río, en Brasil.
El de Oruro se queda en una humilde imitación del brasileño, pero con su encanto particular. En vez de ser un mercado de carne y samba, Bolivia busca otro mercado y aprovecha en su Carnaval todo su potencial indígena precolombino para mostrar al mundo como de colorido y variopinto es el país.
Los desfiles se suceden, sin pausa, desde la mañana del sábado hasta... hasta que el cuerpo aguante. Y eso depende, en gran medida, de la tolerancia al alcohol que cada uno tenga. Las comparsas danzan sin parar por las calles principales, convertidas en escenarios donde los miles de turistas y orureños aplauden a los bailarines, silban a los que frente a ellos terminan sus danzas, abuchean a los borrachos que se interponen entre comparsa y comparsa, abroncan a los listos que se colocan en sitio estratégico para impedir la visión del tipo que madrugó para encontrar el lugar adecuado, y batallan entre ellos con globos de agua y botes de espuma.
Después de ver la vigésimocuarta comparsa, cuando ya conoces los pasos de baile, y te permites observar más allá de los bailarines disfrazados, observas que el colorido del Carnaval de Oruro tiene parte de su encanto, también, en la amalgama de colores de impermeables y ponchos de los visitantes. Y, cuando eso ocurre, la batalla está a punto de empezar.
Globo. Carguen. Apunten. Fuego.


Carnival town - Norah Jones

21.2.09

Cielo

(Día 44)
Oruro
.-Sin miedo al dolor de cuello, en la parada técnica camino a Oruro, para visitar el carnaval, levanto la mirada hacia el cielo. La cabeza alta para ver unas estrellas que, aunque lo parezca, no había visto nunca antes. Y es que pruebo de encontrar aquellas constelaciones que en las excursiones colegiales nos hacían ver, y no encuentro nada. Entonces caigo en que estoy en el hemisferio sur, Bolivia para ser más concretos, y que el cielo que veo ahora no se parece en nada al que podía ver en Barcelona. Aunque sea igual de negro, y tenga igual esos puntitos blancos, iluminados, creando formas indescriptibles que alguien se encargó de juntar, seguramente por diversión.


A sky with no stars - The Canadians

19.2.09

Colaborando

(Día 42)
La Paz
.- Sí, ya sé que escribí de fútbol a los pocos días de llegar al país. Pero no pude resistirme a la invitación de mi gran amigo Eloy.
Sin duda, él es uno de los grandes. Quizá, de los que más saben del deporte rey entre toda la gente que he conocido. Dudo que se equivocara en algún nombre si alguien le preguntara por la alineación de la selección de los Estados Unidos del Mundial'94. Y seguro que no se equivoca al cantar la alineación del Atlético del doblete, o explicar los goles de su ídolo Fernando Torres.
Escribí, humildemente, un pequeño texto para su blog futbolístico, que hace con cariño (se nota) y con dos pelotas (se nota) de forma brillante. Este es el resultado, que me permito publicar en mi blog sin habérselo pedido pero que, espero, no tenga ningún reparo en que así sea. A cambio, espero que el contador de visitas del blog de Eloy se dispare enormemente.

¿Fútbol de altura?
Hablar de Bolivia es hacerlo de un país en medio de los Andes, con la ciudad sede de Gobierno más elevada del mundo: La Paz está a más de 3.800 metros sobre el nivel del mar. Un problema para el foráneo que vive en ella: la falta de oxígeno se hace latente a cada paso; pero una virtud para el nativo.
Desde hace tiempo, la cruzada contra la medida de la FIFA de prohibir jugar a más de 2.750 metros sobre el nivel del mar ha sido una constante entre el fútbol boliviano, que ve en la altura, quizá, la única opción de obtener buenos resultados en las competiciones que disputa. Porque si tiene que confiar en su calidad y tradición futbolística, quizá no podría estar en el puesto 58 del ránking de la FIFA.
Si bien la selección nacional boliviana aún se defiende en el panorama internacional, entrenada por el ídolo local Edwin "Platiní" Sánchez, integrante de la Bolivia que participó en el Mundial de 1994 y que casi empata con Alemania en la fase de grupos, y capitaneada por el zaguero del Celta Juan Manuel Peña, un clásico de la Liga Española, la competición doméstica y sus clubes dejan mucho que desear.
La Liga de Fútbol Boliviana se organiza en Apertura y Clausura, además de un play-off final con los mejores de las dos competiciones. Doce clubes configuran la primera división; ninguno de ellos, a mi humilde juicio, lucharían por el ascenso en la Segunda española.
Sorprende, en un primer repaso a la lista de los clubes, sus nombres y equipaciones. Los que se llevan la palma, sin duda, son los de Potosí. Dos equipos son los residentes en esta ciudad: el Real Potosí, con zamarra copiada de la del Real Madrid de los ochenta, y con presidente español de apellido Blanco. El otro, Nacional Potosí, tiene un referente más cercano, ya que el escudo y la camiseta podrían ser, perfectamente, los del River Argentino.
Además, hay clubes con nombres tan curiosos como Aurora, Oriente Petrolero o The Strongest que, paradójicamente, se está convirtiendo en el peor equipo del Apertura de este año.
Un Apertura que, en sólo dos jornadas, ya ha visto como tres entrenadores abandonaban los banquillos, y un cuarto está pendiendo de un hilo; todo dependerá del resultado de la próxima jornada, que se aplaza una semana por Carnavales.
Por lo visto hasta el momento, dos equipos son los que merecen recibir todas las apuestas para ser campeones: Universitario de Sucre y Bolívar de La Paz. Sin tener un juego brillante, superan la media boliviana, hecho que les supone una ventaja abismal frente a sus competidores. Pero que, cuando juegan en competiciones internacionales (caso de Universitario y Aurora en la Libertadores, y de La Paz F.C., una imitación del Barça, en la Suramericana), demuestran que no tienen el nivel como para ser respetados.
Rara es la persona que aguanta más de 45 minutos de un partido de fútbol boliviano sin aburrirse. Por eso, el presidente Morales juega a menudo con su modesto equipito. Para dar algo más de alegría a un país que vive el fútbol con fervor; quizá viendo que ellos, con un poco de suerte, podrían vestir la camiseta de sus amores y hacer un nada despreciable papel.

Cógelo - Muchachito Bombo Infierno

18.2.09

Tiempo

(Día 41)
La Paz
.- El calor de La Paz ha hecho que fuera en manga corta todo el día. Paseo, por trabajo, por una de las zonas más pobres de la ciudad. Y, durante el paseo, en un ataque de egocentrismo, me miro y me doy cuenta de como cambio. Se marcan ya las venas en mis manos y brazos.

Pese a eso, el tiempo pasa demasiado lento. O quizá yo esperaba que todo fuera más rápido.

Time time time - The Sunday Drivers

13.2.09

Mar

(Día 36)
Guaqui.- Para empezar, hay que recordar que Bolivia, desde 1879. La Guerra del Pacífico dejó a los bolivianos sin su salida marítima, y desde entonces se ha convertido en una reivindicación constante. Me cuentan que, hasta hace poco, cualquier reunión o seminario oficial que se realizaba en el país servia para recordar la necesidad de Bolivia de tener una apertura al exterior mediante el mar. Ya fuera un congreso militar, un seminario de psicología o una reunión de ginecología, el boliviano era consciente de que cualquier oportunidad era buena para ello. Desde hace poco, la racionalidad se apoderó de este pueblo, y la reivindicación marítima se centró sólo en los espacios destinados a ello.
Pero lo de hoy es especial. El primer barco boliviano, tras nueve años de espera, estaba construído, finalizado, listo para salpar. Para la armada boliviana, obviamente, es el momento más importante de la historia reciente. Por fin todos los marines podrían subirse a un barco; y es más, podrían navegar.
Que un país sin
mar tenga división militar marina ya es suficientemente paradójico, surrealista y chocante. Pero que haya tal cantidad de almirantes, contralmirantes, grumetes y marineros de a pie en la inauguración del primer barco no se puede entender.
El
buque no es nada del otro mundo, claro está. Más bien, parece un pequeño barco de crucero. De hecho, en cualquier momento esperaba que apareciera el capitán Stubing de Vacaciones en el mar para darnos la bienvenida y ofrecernos una copa, mientras mujeres en bañador se pasean por cubierta y la tripulación, vestida de impoluto blanco, tragina con toda la maquinaria del barco.
El viaje de inauguración no es nada del otro mundo, una vuelta y regreso. Pero el ambiente es de fiesta nacional: copas, mujeres, flores, risas, el
Evo, marineros, canapés. La inexperiencia juega una mala jugada, y, en el primer intento, el barco embarranca, gira, vuelve a encarar el líquido elemento y, por fin, sale a mar abierto. Corrección: entra al lago Titicaca, aunque parece que el miedo a perderlo hace que, sólo poner el principio de la cubierta en sus aguas, el capitán ordene girar y volver. No vaya a ser que los peruanos se enfaden y nos quiten, también, la parte del lago que nos corresponde.
Al final, el
capitán Stubing no apareció con su gorrito de oficial del barco. Y, de vuelta, me preguntaba cuántos de los marineros bolivianos habían subido hasta entonces en un barco navegando; y cuántos de ellos, en caso de hundimiento, hubieran sabido nadar.

Al mar - Manel

9.2.09

Mes

(Dia 32)
La Paz
.- Avui fa justament un mes que vaig arribar a Bolívia. I, per celebrar-ho, necessitava escriure en català.

El temps aquí em passa massa lent. O jo tinc aquesta sensació. I no és perquè no ho estigui gaudint. Al contrari; crec que estic fent molt més del que em pensava. Però que només hagin passat 3o dies des que vaig aterrar... sembla estrany. És massa poc. Encara recordo a la perfecció els carrers de Barcelona, la gent de per allà... no he oblidat res de res, tot i que segurament, si tornés ara mateix, no sabria per on començar.
Els últims recorreguts per la ciutat suposo que ha ajudat a que no hagi oblidat gaires coses. Això, i el fet d'intentar de no desconnectar de cap de les maneres de la realitat de per allà. En aquest sentit, Internet és una eina indispensable.
De fet, aquesta crec que serà l'entrada del blog que tindrà menys sentit de totes, si és que alguna entrada en tenia, de sentit.
Però tenia ganes de deixar constància que, tot i la distància, el temps, i les adversitats, encara recordo, sé i sóc conscient d'on vinc. Tot i no saber, encara, on vaig. Però tot arribarà. Espero.


Echo de menos - Kiko Veneno

8.2.09

Domingo

(Día 31)
La Paz
.- Tras unos días de trabajo demasiado constante, necesitaba un domingo de descanso. Y recuperar las horas de sueño perdido era la tarea principal. Saber que no se tiene que hacer nada, sólo despertar, mirar el reloj, y volver a estirarse, abrazado al peluche de Goofy que me traje de Barcelona. Y volver a dormir, sin presión ninguna y sin preocuparse de si el Evo va a Oruro, Potosí, Cochabamba o Chuquisaca para inaugurar un colegio, saludar a militares, pasear con sus hijos o hablar del cambio y de la Constitución. Simplemente, dormir.
Pero La Paz es diferente. Ya hace días hablé de la locura de la ciudad, y hoy se confirmó de nuevo. A partir de las 21.00, hora local, empezó a granizar de forma violenta y fugaz. Tras un día soleado, de pleno verano, una capa de piedrecitas blancas inundó las calles de la ciudad, y un frío inesperado sobrevoló por todos los lugares, existentes y todavía por existir. Ventanas que reciben impactos inesperados, truenos a punto de tirar puertas al suelo, relámpagos que iluminan la noche, tranquila hasta el momento, de La Paz.
Mi sueño, con el ruido, desaparece. Pero me hace sonreír el hecho de que la época de lluvias en Bolivia empieza su curso, aunque sea más tarde de lo previsto y con una violencia y espesor que no había imaginado hasta el momento. Y sonrío porque yo estoy tumbado en mi cama, cubierto por un edredón azul, abrazado a mi peluche de Goofy, con el ordenador encendido y viendo como fuera, bajo un Sol que hasta hace unas horas era abrasador, la calle se vuelve blanca, y pasó el domingo como si nada.

Plou i fa sol - Sopa de Cabra

7.2.09

Cambio

(Día 30)
El Alto
.- Llegó el día. Y él lo sabe. Para variar, llega puntual a la cita, en su coche oficial. Está en casa, juega como local. Tiene el partido ganado.
Saluda, pasea, y habla como nunca. Discursea como un maestro, explicando el porqué de todo, los motivos de que miles de personas estén, ahora, con él, aclamado cada mínima pausa para respirar en su discurso. Pese a que empieza a llover, casi granizar, todo va viento en popa.
Se crece cuando levanta su obra al cielo. Se emociona cuando suenan las sagradas notas del himno. Todo el mundo nota como se le erizan los pelos de los brazos. Los más fuertes con lágrimas en los ojos. El resto, sólo humedecidos.
El Evo, con su Constitución, ya está en la historia. Ha hecho historia. Lo sabe. Claro que lo sabe.


Claro que sí - Australian Blonde

6.2.09

Hongos

(Día 29)
Tiwanaku
.- El complejo arqueológico de Tiwanaku es, de momento, de lo mejor que he visto en mi primer mes en Bolivia. Las ruinas precolombinas muestran el origen no sólo de la cultura boliviana, sino que toda la cultura inca proviene, en parte, de aquí.
El viaje es como una excursión de amigos: salida bien temprano, con el despertador todavía resonando en los oídos. Sombrero de ala ancha; camiseta manga corta; shorts de excursionista. Deportivas bien calzadas; crema solar por la nariz, brazos, nariz, piernas, nariz, frente, cuello y vuelta a la nariz; mochila cargada de agua mineral natural embotellada, alimentos y algo de abrigo, porque nunca de sabe. Subirse al auto: la primera conversación, siempre de fútbol. Y claro, hay que aprovechar que el Barça está en racha. Y hablar de la marca de calidad, del buen juego, de la necesidad de un cuatro con clase, de una delantera potente, de lo bueno que es Messi, del músculo de Touré, la juventud de Bojan, la inteligencia de Xavi, el guante de Iniesta, la garra de Puyol, el instinto de Eto'o, la chulería de Valdés, la trenza de Pinto, la calidad de Alves, el frío de Gudjohnsen, la sorpresa de Busquets, la profesionalidad de Abidal, la poca vocalización de Cáceres, el silencio de Keita, la inadaptación de Hleb, la lesión de Milito, la veteranía de Sylvinho, el enigma de Jorquera, la elegancia de Henry, la belleza de Piqué, la maestría de Márquez, el estilo Guardiola. Me doy cuenta que el culé se conforma con poco, la verdad.
Atasco en El Alto. Normal a estas horas: empezó el colegio el lunes y, la primera semana, nadie quiere llegar tarde. Al salir, y aunque parezca una paradoja, sigue la subida tras El Alto. A medio camino, 4.028 metros de altura sobre el nivel del mar. Miro fijamente el cartel, y tras reafirmar que efectivamente son 4.028 metros, noto que me empieza a faltar el aire.
Antes, compramos pan el Laja, primer enclave de la ciudad de La Paz a la llegada de los españoles. Hacen un pan tierno, fino, imposible para un bocadillo. Me recuerda a algunas masas esponjosas de pizza. Aunque supongo que este pan lo crearon bastante antes que el manjar italiano.
Llegamos a Tiwanaku. Sol de escándalo, a 3.883 metros de altura no tiene compasión de nadie. Gorrito, crema solar, y listos. Tomamos una Pepsi, en tres vasitos de plástico; fumamos un cigarrillo. Nos levantamos, vamos a la boletería, Mire, quisiéramos entrar para tomar unas fotografías de los hongos que están afectando a la Puerta del Sol, Sí, muy bien, no hay problema, deme la autorización escrita de la honorable, No tenemos...Pues vayan a buscarla.
Vuelta al auto, A la alcaldía, Carlos, que no nos dejan entrar. Mire alcaldesa, es que...Ando ajetreada, hablen con don Gerardo. Mire don Gerardo, es que... Sí, claro, hablen con el supervisor y les dejará entrar. Mire, señor supervisor, es que...No, no, ya les dije que sin autorización por escrito nada; hablen con don Gerardo y que les autorice. Mire, don Gerardo, es que...Bueno, pues hagan una solicitud, en cualquier papel que encuentren, y les firmo y listo. Mire, señor supervisor, es que...Ah, ya tienen el papel, pues esperen un segundo que les mando alguien de seguridad para que les vigile. Todas las fotos que quieran, pero nada de filmar.
Dos horas después de la llegada, entro por segunda vez en seis días a Tiwanaku. Me sorprende más que la primera vez; quizá la luz, más brillante y limpia. Cargo con los aparatos de Martín, soy como su ayudante. Y empieza a disparar. Sin medida, sin control. Medio segundo para el encuadre, y disparo. Cambio de lente, encuadre, disparo. Tras ataque de tal magnitud, cada piedra de Tiwanaku cae rendida ante la puntería del fotógrafo. Pam, pam, pam. Hasta que encontramos la presa buscada, el hongo en la Puerta del Sol. Rápido, antes de que escape: pim, pam, pum. Lo tenemos.
Aprovechamos para pasear entre los restos precolombinos, como hacen un grupo de gringos, una joven pareja peruana, una vieja pareja de argentinos, y un grupo de bolivianos que, para no perderse, se dividen en grupos de cinco y se atan con un hilo como chiquillos de parvulario, para que no se pierdan. Risa medio a escondidas, decidimos salir. De frente, tres grupos más de turistas, todos embadurnados con crema protectora para el Sol; tanta, que perdieron el color original de su tez y se volvieron medio rosa-medio blanco.
A la vuelta, aprovecho para escribir la crónica. Sin apenas encender el ordenador, nos paran los antidroga. Ah!, son de la prensa. Sí, sí, prensa internacional. Les haremos un vistacito, no más. Ningún problema, adelante. Abren mi mochila y descubren mi protector solar. Seguimos sin más, Buenos días, Buenos días. Y Martín se duerme, despreocupado de la vuelta. Y yo escribo, y Carlos conduce. Y llegamos a La Paz y llueve. Y tengo miedo de que crezcan más hongos por el país, y tenga que perseguirlos como Indiana Jones buscando el arca perdida

Km 103 - Élena

2.2.09

Boliche

(Día 25)
La Paz
.- Las opciones de salir por la ciudad son escasas. O cine o boliches. No hay más solución. Reggaeton, bachata, y demás ritmos latinos inundan la noche de Bolivia.
Travestis rubias pasean sus cuerpos híbridos por la pista. Barmans medio sordos sirven mojitos de calidad ínfima.
Y yo, sentado en una mesa, intento charlar con alguien. Casi imposible de conseguir: el mercado de carne abrió sus puertas, y yo, a régimen estricto, vuelvo a casa antes de lo deseado, pero más tarde de lo que debería.

Whisky barato - Fito & Fitipaldis