22.3.09

Arena

(Día 73)
Arica (Chile).- La fuerza solar, mi crema protectora. Es precisa, y es clara, la luz de la mañana.
Imagina una calita, yo te sirvo una clara. Es verano, luce el Sol, es la costa catalana. Y estamos tranquilos, casi anestesiados; después del gazpacho nos quedamos dormidos.
De nuevo el chiringuito, un bañito, helado de pistacho. Lanzamos unos frisbees, jugamos a las cartas, y acabamos cenando sardinas y ensalada. Bebemos tirados, hablamos callados. La luna, la sal, tus labios mojados. Me entra la sed y pido una copa.
El tiempo se para, al aire no corre. Mosquitos volando y grillos cantando.
Y tu a mi lado, muriendo de sueño; cansada, contenta. Me pides un cuento, y yo te lo cuento; más bien, me lo invento: Te explico que un niño cruzó el universo montado en un burro con alas de plata, buscando una estrella llamada Renata, que bailaba salsa con un asteroide llamado Julián Rodríguez de Malta, malvado, engreído, traidor, forajido, conocido bandido en la Vía Láctea por vender estrellas independientes a multinacionales semiespaciales.

Viva las noches. El Sol, la sal en tus labios.

No sólo echaba/echo de menos el mar.

Crema Solar - Facto Delafé y las flores azules

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