18.10.09

Marshmallows

(Día 282)
La Paz.- Es demasiado temprano, y se fue demasiado pronto. Hace cuatro horas que nos levantamos, que acabamos de hacer su maleta, que salimos hacia el taxi de Samuel, que nos abrazamos en el asiento de detrás con miedo de quedarnos dormidos, que llegamos a El Alto, que salimos del taxi, que factura, que paga las tasas del aeropuerto, que compramos una caja de mate de coca para su oficina, que acabamos la botella de agua que hemos subido, que le devuelvo el dinero que me dió porque le prometí que no tendría que pagar nada y cumplí, que oímos la llamada de su vuelo de AA, que nos besamos por última vez, que entra a migraciones, que la pierdo de vista cuando pasa la puerta, que vuelvo al taxi con Samuel, que llego a casa, que me tumbo en la cama, que conecto el ordenador, y que no tengo sueño, y que descubro al lado de la cama la bolsa de marshmallows que compré ayer y decido que será mi desayuno.
Nunca pensé que sería mi desayuno. Pero a partir de ahora será lo que comeré cuando esté en plan melancólico.

Ne me quitte pas - Alcione

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