21.7.09

Cámara

(Día 193)
Quepos (Costa Rica).- Prevenido por lo de ayer, lo primero que hago, tras vestirme y colocarme en el dedo pulgar de la mano derecha el anillo de coco que me compró ayer, es preparar la cámara de fotos. Es nueva, traída de los Estados Unidos, y la mejor forma de estrenarla es con una fotografía, a tamaño natural o escala, de un perezoso que, como ya dije, era el motivo principal de nuestro viaje.
Dejamos preparadas las mochilas porque por la noche será el momento de volver a San José y reencontrarse con viejos amigos; salimos en dirección al parque.
Hacemos cola durante más de 15 minutos, bajo un calor asfixiante, y tras pagar los 10 dólares de la entrada, pasamos a la más verde selva, en busca de tan animal majézico.
Tras más de dos horas de paseo, siguiendo el sendero del perezoso, llegamos a una playa llena de turistas. Si llegamos a saberlo, nos llevamos los bañadores y nos damos un chapuzón, que el día bien se lo merece. Pero nada, tenemos que seguir andando, analizando a cada centímetro el mínimo indicio que nos lleve a él.
Sólo vemos a un bicho comiendo frutos, nada de lo que esperamos. Y salimos del parque sin poder volver a ver un perezoso de cerca. Pero con más de 300 fotos en mi cámara nueva.
El bus de camino a Quepos, primera parada antes de ir hacia San José, no es asmático como el de la ida. Es más, parece donado por la cooperación de algún país: podría ser, perfectamente, un bus viejo de Pamplona.
Llegamos a San José cuando ya es de noche. Y, cuando bajamos del taxi, lo primero que oímos es un eiii! más que familiar.

Photograph - Jamie Cullum

No hay comentarios.: