6.6.09

Poder

(Día 148)
La Paz.- Normalmente el sábado es un día sin mucho que hacer, y menos cuando la liga de fútbol en la que jugamos se aplaza. Pero hay más cosas que hacer de las que parece.
Por la mañana, bien temprano, la entrada del Gran Poder. Creo que ya dije que aquí se vive en un Carnaval permanente, y cada excusa es buena para salir a bailar y, sobretodo, beber cerveza. Así que recuperan los disfraces de febrero, se ponen las mismas máscaras, y transitan por las calles de La Paz bailando los mismos pasos que entonces. No tiene la misma gracia sin espuma ni globos de agua.
Por la tarde, el gran momento, el esperado desde el glorioso uno de abril. Juega de nuevo la selección, y me acomodo desde bien temprano en la cabina de prensa para hacer la crónica del partido, que al final, no sé como, se publica en el As. Pero esa no es la noticia.
Llegaba Venezuela, que me proporcionó una de las peores semanas de mi vida; sólo hay que ver los últimos escritos en este blog, casi dedicados en exclusiva al partido. Y, cuando en el 23 de juego señalan penal sobre Álex da Rosa (brasileño, por eso es el más bueno del equipo) después de un más que buen piscinazo fuera del área, todo el estadio sabe que, dependiendo de ese tiro, la eliminatoria está hecha. Tras el disparo, me respondo a mi mismo la frase que me acompaña desde que llegué: This is Bolivia. Martins, el guapito jovencito, el que acaba de fichar como estrella por el Werder Bremen, lo lanza fuera, probando de demostrar que puede llegar de un zapatazo a la cima del Illimani. Y se acabó. Autogol y la clasificación muy, muy lejana. Acaba el partido con demandas de dimisión. Obvio. Como diría cualquier intel·lectual, el fútbol es así, y después de encumbrarte ante Argentina eres odiado, en tu propia casa, ante tu hermana Venezuela.
Y, casi sin descanso, cena en casa de Álex (que no da Rosa). Hablamos de baloncesto, su pasión, y de como el Barça ganará la liga ACB. Y jugamos a Quién soy con esparadrapo pegado en la frente. Y, en vez de ser nosotros mismos, son Errol Flynt, Pinocho, Camilo Sesto, Marco Echeverry, Cher, Shrek, Condorito, Hannibal Lecter, Marco y su mono Amedio y E.T. los que se reúnen en una fría noche de La Paz.

La vida es más compleja de lo que parece
Jorge Drexler

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