22.2.09

Carnaval

(Día 45)
Oruro.- Quizá una de las fiestas paganas con más tradición en todo el mundo sea el Carnaval. Y, también quizá, el más famoso, por razones obvias, sea el de Río, en Brasil.
El de Oruro se queda en una humilde imitación del brasileño, pero con su encanto particular. En vez de ser un mercado de carne y samba, Bolivia busca otro mercado y aprovecha en su Carnaval todo su potencial indígena precolombino para mostrar al mundo como de colorido y variopinto es el país.
Los desfiles se suceden, sin pausa, desde la mañana del sábado hasta... hasta que el cuerpo aguante. Y eso depende, en gran medida, de la tolerancia al alcohol que cada uno tenga. Las comparsas danzan sin parar por las calles principales, convertidas en escenarios donde los miles de turistas y orureños aplauden a los bailarines, silban a los que frente a ellos terminan sus danzas, abuchean a los borrachos que se interponen entre comparsa y comparsa, abroncan a los listos que se colocan en sitio estratégico para impedir la visión del tipo que madrugó para encontrar el lugar adecuado, y batallan entre ellos con globos de agua y botes de espuma.
Después de ver la vigésimocuarta comparsa, cuando ya conoces los pasos de baile, y te permites observar más allá de los bailarines disfrazados, observas que el colorido del Carnaval de Oruro tiene parte de su encanto, también, en la amalgama de colores de impermeables y ponchos de los visitantes. Y, cuando eso ocurre, la batalla está a punto de empezar.
Globo. Carguen. Apunten. Fuego.


Carnival town - Norah Jones

1 comentario:

Lu dijo...
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