(Día 281)
La Paz.- A la luz de las velas, suena música de cabaret.
Vestidos de gala, yo con mis mejores deportivas y mi nueva camiseta; ella, con un vestido con el que creo que pasará frío, nos sentamos en una esquina del restaurante. Actúa como si fuera nuestra primera cita; yo, como si fuera un galán que me conozco tanto ese sitio de primeras citas que no me hace falta ni mirar al menú. Le cuesta decidir, porque, obviamente, y dentro de mi papel, apruebo cada uno de los platos.
Llega el camarero y pido, más que confiado, un confit de pato. Y no hay, y se derrumba la pose, y acabo pidiendo un pollo con nosequé. Pero la cena no va mal, y salimos agarrados de la mano como dos novios enamorados, y no como dos esposos en su último día de encuentro tras una semana... no encuentro el adjetivo para definirla.
La Paz.- A la luz de las velas, suena música de cabaret.
Vestidos de gala, yo con mis mejores deportivas y mi nueva camiseta; ella, con un vestido con el que creo que pasará frío, nos sentamos en una esquina del restaurante. Actúa como si fuera nuestra primera cita; yo, como si fuera un galán que me conozco tanto ese sitio de primeras citas que no me hace falta ni mirar al menú. Le cuesta decidir, porque, obviamente, y dentro de mi papel, apruebo cada uno de los platos.
Llega el camarero y pido, más que confiado, un confit de pato. Y no hay, y se derrumba la pose, y acabo pidiendo un pollo con nosequé. Pero la cena no va mal, y salimos agarrados de la mano como dos novios enamorados, y no como dos esposos en su último día de encuentro tras una semana... no encuentro el adjetivo para definirla.
La valse a mille temps - Jacques Brel
1 comentario:
... majézica?
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