(Día 213)
La Paz.- La primera persona que me dió un golpecito tímido en la espalda hace 213 días fue Lorena. Preguntándome si realmente era yo, excusándose de que las fotos que había visto de mí eran con el pelo largo y ahora éste brillaba por su ausencia tras cortármelo antes del viaje, empezó una historia totalmente diferente.
En este tiempo, han pasado horas en la misma oficina, sentada a mi derecha. Han pasado chillidos consecuencia de las barbaridades de Abraham, petitos y becarios, coberturas de referendos juntos, un viaje a Chile, cortes de pelo, maquillaje en mis ojos, turbantes y vestidos de tinku, inserciones de facturas en el sistema, cenas y almuerzos, paseos por el Prado, tres días en el gimnasio, sesiones de terapia psicológica, cafés y ensaladas de frutas -cada vez menos. Fiesta sorpresa antes de su partida.
Y lo que nos queda.
Aunque celebre hoy su cumpleaños en su tierra natal, sigue por aquí. Y se la extraña.
La Paz.- La primera persona que me dió un golpecito tímido en la espalda hace 213 días fue Lorena. Preguntándome si realmente era yo, excusándose de que las fotos que había visto de mí eran con el pelo largo y ahora éste brillaba por su ausencia tras cortármelo antes del viaje, empezó una historia totalmente diferente.
En este tiempo, han pasado horas en la misma oficina, sentada a mi derecha. Han pasado chillidos consecuencia de las barbaridades de Abraham, petitos y becarios, coberturas de referendos juntos, un viaje a Chile, cortes de pelo, maquillaje en mis ojos, turbantes y vestidos de tinku, inserciones de facturas en el sistema, cenas y almuerzos, paseos por el Prado, tres días en el gimnasio, sesiones de terapia psicológica, cafés y ensaladas de frutas -cada vez menos. Fiesta sorpresa antes de su partida.
Y lo que nos queda.
Aunque celebre hoy su cumpleaños en su tierra natal, sigue por aquí. Y se la extraña.
Lorena - Andrés Calamaro
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