(Día 218)
La Paz.- No son ni las nueve de la noche y se podría decir que ya estoy medio borracho. Es lo que tiene ir a una parrillada en honor a una mujer que ni conoces, llegar el primero a las 12.30 de la mañana, y empezar a beber cerveza desde ese momento hasta que te vas de la casa de la fiesta, a eso de las ocho. En medio, almuerzo a base de chorizos a la parrilla, cerveza y más cerveza, confesiones por culpa del alcohol, juegos estúpidos y etílicos, básicos de una cultura chupística.
Pero ya dicen que los borrachos y los niños son los que nunca mienten. Por eso prefiero no escribir más, y dejarme ir a dormir para que mañana sea otro día un poco más sobrio.
La Paz.- No son ni las nueve de la noche y se podría decir que ya estoy medio borracho. Es lo que tiene ir a una parrillada en honor a una mujer que ni conoces, llegar el primero a las 12.30 de la mañana, y empezar a beber cerveza desde ese momento hasta que te vas de la casa de la fiesta, a eso de las ocho. En medio, almuerzo a base de chorizos a la parrilla, cerveza y más cerveza, confesiones por culpa del alcohol, juegos estúpidos y etílicos, básicos de una cultura chupística.
Pero ya dicen que los borrachos y los niños son los que nunca mienten. Por eso prefiero no escribir más, y dejarme ir a dormir para que mañana sea otro día un poco más sobrio.
Pavo Real - El chaval de la peca
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