(Día 144)
La Paz.- Venezuela no es un país que me llame mucho la atención. Si no fuera por su selección, que llegó a La Paz para adaptarse a la altura, pasaría olímpicamente de él, y más cuando, ahora que estoy en Bolivia, veo que el Evo es mucho más que el títere de Chávez, sin dejar de serlo.
Me dedico a investigar donde narices entrenan estos tipos para poder hacer alguna nota sobre ellos. Y es que llevan desde que llegaron encerrados en sí mismos, sin querer mostrarse ni nada. Llego a una cancha perdida en la zona sur, más lejos de lo que nunca hubiera pensado. Y hablo con el tipo encargado de la selección, y me echa.
Así, sin más. Y me quedo sin saber que contar.
La Paz.- Venezuela no es un país que me llame mucho la atención. Si no fuera por su selección, que llegó a La Paz para adaptarse a la altura, pasaría olímpicamente de él, y más cuando, ahora que estoy en Bolivia, veo que el Evo es mucho más que el títere de Chávez, sin dejar de serlo.
Me dedico a investigar donde narices entrenan estos tipos para poder hacer alguna nota sobre ellos. Y es que llevan desde que llegaron encerrados en sí mismos, sin querer mostrarse ni nada. Llego a una cancha perdida en la zona sur, más lejos de lo que nunca hubiera pensado. Y hablo con el tipo encargado de la selección, y me echa.
Así, sin más. Y me quedo sin saber que contar.
Mon petit cabroin - Love of lesbian
No hay comentarios.:
Publicar un comentario