(Día 149)
La Paz.- Aunque no lo parezca, me gusta la cocina. No sé cuantos textos de este blog han sido destinados a esta tarea, ni cuántos, hasta que se clausure, estarán pensados para demostrar que, pese a que entre muy a menudo a la cocina, mis dotes son lamentables.
Con unas pechugas de pollo amenazando con caducar, y un pote de paté a medias, me inspiro y pienso en hacer masa para croquetas. Así que me dedico a freír el ave, desmenuzar en una trituradora de los años sesenta (con sus desastrosas consecuencias para la limpieza de la cocina), mezclar con el paté, y reservar en la nevera en un bol demasiado pequeño hasta mañana.
La Paz.- Aunque no lo parezca, me gusta la cocina. No sé cuantos textos de este blog han sido destinados a esta tarea, ni cuántos, hasta que se clausure, estarán pensados para demostrar que, pese a que entre muy a menudo a la cocina, mis dotes son lamentables.
Con unas pechugas de pollo amenazando con caducar, y un pote de paté a medias, me inspiro y pienso en hacer masa para croquetas. Así que me dedico a freír el ave, desmenuzar en una trituradora de los años sesenta (con sus desastrosas consecuencias para la limpieza de la cocina), mezclar con el paté, y reservar en la nevera en un bol demasiado pequeño hasta mañana.
Caramelo – Pereza
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